lunes, 31 de diciembre de 2012

Soy real, no perfecta.

Yo no puedo levantarme todos los días de buen humor, ni pretendáis que siempre llegue a las 8 de la mañana al colegio con la sonrisa en la cara. Porque no. Porque mi vida no es perfecta. Que por que yo no cuente mis problemas no significa que no los tenga. Puede que yo a veces de la imagen de ser una persona fría y distante, pero como no me conocéis bien, no sabéis que si soy así, es por los palos que me he llevado en mi vida. Solo sabéis de mi lo que os cuentan, pero os diré algo: que una persona sonría, no significa que sea feliz. Por que a veces me siento como una verdadera mierda, y la mayoría de la gente ni se da cuenta. Muchas veces me he tenido que aguantar las lágrimas. A mi también me pasan cosas malas, porque yo también me canso de dar todo y no recibir nada, porque si doy todo, es por que yo necesito que me den a mi todo y no me lo dan, y también me canso de ilusionarme y que cada vez que yo piense y esté convencida de que alguien merece la pena, esa persona lo mande todo a la mierda. Pero eso es lo que pasa cuando tu felicidad depende de alguien que no eres tú mismo, que no decides tú. Y que aunque yo quiera dar la imagen de que todo me importa una mierda y que no me duelen las cosas, eso no evita que luego me pase las noches rayada y comiéndome la cabeza. Pero ya ha llegado un momento en el que tengo que decir basta. Debo darme cuenta que lo hecho ya ha pasado y debo ser consciente de las cosas. 

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