miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Y que más me da? Quién verdaderamente me quiera, tendrá esto en cuenta.

Me gusta cantar pero que no me escuchen. No me gusta que la gente grite cuando habla, aunque yo lo haga sin darme cuenta. Me gusta hacer el gilipollas. No me gusta andar despacio. Me gusta correr. No me gusta que la gente tenga en cuenta lo que piensen los demás. Me gusta pasarlo bien a todas horas. No me gusta el café. Me gusta hacer fotos para inmortalizar momentos. No me gusta la gente que va de enterada, pero en realidad es una ignorante de la vida. Me gusta comer chuches. No me gusta que la gente intente quedar bien con todo el mundo. Me gusta expresar lo que siento en cada momento. Me gusta escuchar música hasta que mis tímpanos revienten. Me gusta regalar y que me regalen. No me gusta que dramaticen. Me gusta recorrer mundo y conocer gente nueva. No me gusta que me toquen el pelo. Me gusta practicar cualquier deporte. Me gusta estar con las personas que quiero y ayudarlas en todo lo que pueda. No me gusta que se preocupen por mí. Me gusta abrazar y que me abrazen. No me gusta comerme los bordes de la pizza.En resumen: Me gusta saltarme las normas, hacer lo contrario de lo que me aconsejan, tirarme de cabeza, acelerar a fondo; lo lógico me aburre, lo perfecto me agobia y lo rutinario me cansa. Y así, me podría pasar días y días hablando de lo que me gusta y lo que no. ¿Pero qué más da? Si quien me quiere de verdad, ¡me va a querer tal y como soy!

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