martes, 7 de febrero de 2012

Podría haber elegido a cualquiera, pero dicidí que fueras tú ese cualquiera.

¿Sabes por qué me gustas tanto? Porque sabes que no soy rubia, ni tengo los ojos claros. Que no tengo ese cuerpo de Barbie ni nada parecido y mucho menos su melena sin puntas abiertas. Que me caigo mucho y que me ilusiono demasiado. Sabes que hago una montaña de un grano de arena y demasiada importancia a cosas absurdas. Porque sabes que tengo enfados de niña pequeña y que no soy perfecta. Y aun sabiéndolo me quieres igual.

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