martes, 24 de enero de 2012

- once del seis del dos mil once

Mirarle, y pensar ¿cómo le puedo querer tanto? Y es que sí, a veces pasa, te enamoras, y solo existe él en este mundo, todo lo demás sobra, y cuentas los minutos para volver a verle o volver a escuchar su voz. Nunca te cansas de decirle TE QUIERO aunque sea la enésima vez, porque él es especial y cuando estás con el te sientes como en una nube y piensas, no me separaría de ti nunca. Pero ese momento llega, te tienes que separar de él y no quieres, y entonces ocurre: estás besándolo y dices que te tienes que ir, pero tus labios quieren ni pueden despegarse de los suyos. Como si una fuerza os uniera, como si se fuese a acabar el mundo y quisieras permaneces con él hasta el último minuto.

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