sábado, 5 de noviembre de 2011

Con una pequeña sonrisa, le diste sentido a mi vida

 No soy guapa, tengo cientos de pecas, una frente demasiado grande, unas manos dignas de Cuarto Milenio y un pelo horrorosamente indomable.
No tengo un cuerpo digno de enseñar; sobra tripa, sobran caderas, sobran piernas y faltan centímetros.
Mi carácter puede llegar a ser inoportuno, palabras demasiado cultas, coletillas barriobajeras, gritona y a menudo puede que me las de de listilla (aunque esa no sea mi intención).
Vale, sé que no tengo una cara de la que enamorarse, una sonrisa de la que quedarse prendado, unos ojos que se quedan grabados en la memoria o un cuerpo de escándalo; pero un día me hiciste sentir que era mucho mejor de lo que yo creía, tú y solo tú lo has conseguido hasta ahora, haces que me viea en el espejo y me gustara el reflejo, me haces sentir querida.

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